Sobre FUNDAR
La Fundación FUNDAR fue constituida en España en el año 2002 con el propósito de contribuir al progreso y desarrollo de comunidades locales saludables y prósperas en distintos continentes, esencialmente como agencia financiadora, pero no exclusivamente, asumiendo que el principal capital existente es el aprendizaje.
Cuando contemplamos la situación del mundo, celebramos los avances logrados por las generaciones de mujeres y hombres que nos precedieron, pero entendemos que existe una crisis global de un calado jamás experimentado en la historia humana.
Dicha crisis es proporcional a las posibilidades al alcance de la mano de esta generación para construir una nueva sociedad. Pero sentimos que para que la civilización humana avance, tiene que aprender a hacer las cosas de forma distinta, y en consonancia con su verdadera razón de ser y con lo que la etapa colectiva de la historia demanda.
En otras palabras, desde su propia posición y capacidad, FUNDAR ha procurado aportar, y aspira a seguir aportando, su porción en la construcción de una nueva sociedad global que responda a las oportunidades y a los desafíos que enfrenta la humanidad en la época actual.
Son varios los aprendizajes ganados durante las décadas pasadas, en contacto con cientos y cientos de personas, comunidades e instituciones, hombro con hombro, y fruto del estudio atento y humilde de guías y documentos esclarecedores sobre cuestiones tan vitales.
Un primer aprendizaje evolutivo, refinándose a lo largo de las décadas pasadas, es el de alinear cualquier acción con los principios, valores y conceptos de un marco conceptual sólido.
La acción social y, en general, el discurso y las decisiones que tomemos, precisa de una lectura previa adecuada de la realidad, comprendiendo el espíritu de la época que vivimos y las fuerzas sociales que interactúan entre los tres actores esenciales: individuos, comunidades e instituciones.
Así, desde FUNDAR hemos procurado enriquecer, también, el discurso global mediante reflexiones y conversaciones significativas sobre asuntos tan entretejidos como la buena gobernanza, la sostenibilidad y la circularidad, o el emprendimiento con propósito, y sus implicaciones en el desarrollo y la prosperidad de los pueblos.
Y viceversa, desde los marcos conceptuales y los aprendizajes en el campo de la educación y del desarrollo, FUNDAR ha extraído claves con potenciales implicaciones de futuro en ámbitos tan necesarios, pero no suficientemente explorados, como el de los ecosistemas que fomenten y aceleren el emprendimiento sostenible.
De hecho, durante las dos últimas décadas, FUNDAR ha invertido sus principales esfuerzos para aprender y refinar su comprensión sobre el poder del emprendimiento para generar prosperidad y el desarrollo de un marco conceptual en el que poder acompañar programas y acciones en esa dirección. Un ejemplo, fruto de ese prolongado esfuerzo, puede visitarse en el siguiente enlace.
Otra comprensión alcanzada, y que siendo tan obvia, a veces parece olvidarse, es que nada florece sin valores en la base. Esa visión de la naturaleza humana y de la sociedad ha de estar iluminada por virtudes o valores esenciales y universales como la unidad, la justicia, el amor, la generosidad o la honestidad, por citar sólo algunos entre muchos otros.
FUNDAR ha tratado, entonces, de promover la educación en valores apoyando iniciativas que contribuyeran a tal fin, bien para la infancia, el mayor tesoro de cualquier comunidad, o bien en el mundo de los negocios o de los gobiernos, dos esferas donde más necesarios resultan, y donde más fácil es olvidarlos.
Un ejemplo del primer caso mencionado en el párrafo anterior, es el apoyo a la difusión de la colección de poesías infantiles sobre valores, Poemas de las Virtudes.
Otro aprendizaje ganado es la necesidad de fortalecer los procesos consultivos y participativos en las comunidades locales. Porque la participación individual y colectiva motivada por el servicio y el mejoramiento del bien común está, también, en la base de todo progreso social.
Es así que FUNDAR se ha sumado y ha promovido experiencias muy prometedoras en comunidades locales de varios países, donde las poblaciones logran romper los estereotipos de subdesarrollo receptor de dinero y ayuda, descubriendo el inmenso potencial humano y de recursos existente en cualquier rincón del planeta.
Con esta visión, cualquier aldea o vecindario del planeta se convierte en un campo de acción, y cualquier nación o región del planeta, por pequeña que sea, en la responsable del destino común. Puesto que aprendemos que es el planeta en su conjunto el que está atravesando esta época de rápidas transformaciones.
No contemplamos países desarrollados y subdesarrollados, sino, más bien, un único mundo complejo, rico y diverso, que avanza hacia su unidad y hacia una nueva realidad, gracias a las contribuciones y esfuerzos, en esa dirección, de todos los pueblos y culturas. Y simultáneamente, creando comunidades locales prósperas en todas partes, construimos juntos esa nueva civilización.
Hablando de actores, nunca de espectadores, mención especial a un grupo de población que ha sido prejuzgada casi siempre como conflictiva y difícil pero que, sin embargo, posee el potencial intelectual y espiritual para cambiar los destinos del planeta: los jóvenes.
FUNDAR mantiene el firme compromiso de apoyar en la medida de sus posibilidades aquellos programas sólidos que han demostrado durante décadas la capacidad para liberar el inmenso poder de transformación y cambio social y espiritual que posee esta franja de edad, muy especialmente la de los prejóvenes.
Finalmente, pero acompañando a FUNDAR desde su nacimiento, se ha ido asentando una comprensión sobre el papel de la formación y, especialmente, sobre el desarrollo de capacidades y la generación de aprendizajes locales cimentados en el conocimiento científico aplicado en procesos de acción social y evaluación constantes.
Fue con este propósito que FUNDAR firmó en junio de 2002, al poco de nacer, un convenio con FUNDAEC (Fundación para la Aplicación y Enseñanza de la Ciencia) y comenzó inmediatamente a apoyar procesos de desarrollo comunitario alrededor de algunos de los programas más difundidos de esta institución colombiana, como el Sistema de Aprendizaje Tutorial y el Programa de Acción Social.
El Centro de Educación y Desarrollo Enoch Olinga (CEDEO), con sede en Bata, Guinea Ecuatorial, fue la principal iniciativa a la que FUNDAR dio apoyo durante los primeros años. CEDEO formó a más de 150 personas entre 2005 y 2009, ayudando a jóvenes a convertirse en impulsores de bienestar comunitario, con el apoyo de instituciones como OSED, FUNDAEC, FUNDAR o el propio Ministerio de Educación de Guinea Ecuatorial, y compartiendo su aprendizaje con instituciones locales similares a CEDEO en un número creciente de países.
Todos estos aprendizajes van unidos y se retroalimentan. Sin duda, la cercanía a FUNDAEC y a instituciones similares, ha sido una fuente constante de guía y de aprendizaje para FUNDAR, y una luz de esperanza, en mitad de las convulsiones que parece vivir el planeta, hacia las inmensas posibilidades que se abren en el futuro.
Hacia ese futuro, pero atesorando aprendizajes tan valiosos hasta la fecha, FUNDAR confía en fortalecer dos aspectos de su labor, desde la humildad, pero desde el compromiso y la consistencia:
Por un lado, su papel prioritario como fundación financiadora para otras instituciones con programas internacionales tan relevantes como los ya mencionados, y para el creciente número de comunidades y agencias que los implementen localmente en coordinación con ellas.
Y por otro lado, como su propio nombre inspira, FUNDAR, su participación activa en aquellas iniciativas que exploren nuevos campos de aplicación encaminados hacia el mejoramiento de la sociedad, en concreto, el de los ecosistemas de emprendimiento ya descritos.
Para cualquier información o colaboración que deseen compartir o solicitar, estaremos encantados de escucharles y de seguir aprendiendo juntos a construir una sociedad más justa y próspera para todos.