Bloque a bloque. Bloque a bloque. Bloque a bloque. Esta es la inspiradora filosofía de D. Genaro Mesi Ondó, más conocido en Guinea Ecuatorial como Chiqui Mayele. Chiqui es un comerciante de Ebibeyin que, en su juventud, fue un talentoso jugador de fútbol y miembro destacado de Nzalang, la selección nacional de fútbol de Guinea Ecuatorial.

Solo, sin apenas ayuda, ha ido construyendo, alrededor del deporte, su pasión, un proyecto educativo de amplias miras. Cada 1000 Fcfa (un euro y medio) que gana en su pequeño negocio, a veces tras largas jornadas de trabajo incesante, lo invierte para hacer bloques de cemento y seguir construyendo su Academia Deportiva y Cultural.
Al principio le llamaban loco. Ahora, cuando su proyecto comienza a ganar fuerza, la gente empieza a tomarse en serio a Chiqui. Ya es posible adivinar un centro escolar con suficientes aulas para impartir todo el ciclo escolar de primaria y parte de secundaria. A veces, por falta de recursos, tiene que ralentizar la construcción, pero nada detiene su espíritu emprendedor y filantrópico.
La historia de Chiqui, Genaro, es muy inspiradora, porque nace de un corazón anhelante por servir a sus congéneres sin ninguna pretensión, comprometido con el desarrollo de su país y la construcción de una sana convivencia, como él mismo dice siempre. Es una de las personas que, desinteresadamente, ha ayudado a divulgar las actividades que apoya FUNDAR en Ebibeyin, animando a jóvenes a participar en el proyecto piloto.
Chiqui apenas ha tenido oportunidad de formarse, y quizás sea por eso que da tanta importancia a la educación, ayudando a un número creciente de niños y jóvenes, a quienes acoge en su proyecto deportivo, pero además les facilita medios y comida para que puedan seguir formándose para la vida. Querer es poder. Y la perseverancia de Genaro durante años dará, sin duda, grandes frutos. Tiempo al tiempo para este maravilloso emprendedor social africano.





