Tras medio año de proyecto piloto en Ebibeyin, continúa la capacitación agropecuaria alrededor de los materiales SAT. La valoración general es más positiva que, por ejemplo, en noviembre. Los estudiantes están participando cada vez más y perdiendo el miedo a hacer preguntas. Un punto muy importante es el énfasis que se está dando al servicio comunitario, y varios de ellos se han implicado en actividades de servicio comunitario.
Dada la filosofía integradora del SAT, un éxito creciente en el curso es la manera de pensar que están adoptando los estudiantes, al relacionar lo que aprenden con su entorno inmediato y con la realidad rural y familiar. La comprensión general que los estudiantes han desarrollado sobre la producción agrícola se ha traducido en un proyecto productivo de uno de los participantes. Este bien puede considerarse un primer fruto visible del curso que, esperemos, sea seguido de otros muchos.
El papel de la mujer en el desarrollo comunitario es esencial, y uno de los principales desafíos es el acompañamiento de las mujeres participantes, muchas de las cuales están embarazadas y realizan trabajos domésticos y de sus fincas familiares, en ocasiones, extenuantes. Es digno de admiración el esfuerzo que demuestran por estudiar y capacitarse, aunque no siempre pueden mantener el ritmo de curso que sería deseable.
Pero el aprendizaje para todos siempre es un capital fundamental, y el proceso sigue en marcha, así como el contacto con las autoridades educativas y con otras agencias. El curso está previsto que termine en julio y se podrá hacer una evaluación más completa del piloto con vistas a iniciar, de manera más formal, el SAT en Guinea Ecuatorial.